viernes, 14 de noviembre de 2008

Orientándome




Había perdido la brújula de mi corazón,
por estar buscándote.
Y resultó todo un fracaso
porque no quisiste que te encontrara.
Caminé varios días por el desierto de tu corazón,
esperando encontrar algún indicio tuyo,
pero me perdí
y no veía más que arena...
busqué mi brújula para orientarme,
pero no la encontré, se desvaneció en la arena.
busqué mi barca para navegar en tus pensamientos
pero me encerraste entre tus manos
resultándome díficil de escapar....

Pero en cuanto te descuidaste escapé,
me perdiste,
como la arena deslizándose por el viento...

Y ahora corro buscando la salida
escapando del fantasma del desierto de tu mente...

Y sabes que: lo he logrado...
ya no más lágrimas
ya no más mensajes,
llegué al final...
y te robé lo más preciado:


Mi corazón...

Adios...







Que las gotas de lluvia no se deslizen en tu rostro.

1 comentario:

Mastodonte dijo...

Ay!
corazón...decir adios lleva de la mano muchas cosas, como dice mi amorcito Gustavito Ceratti...decir adios es crecer, me da mucho gusto leer que -aunque duela- ya eres libre de eso que tanto de apachurraba, no hay nada mejor en el mundo que la libertad, para eso nacimos, no? para ser libres, aparte de todo nunca nos dijeron que el amor era ser prisionero de alguien, al contrario el amor es la libertad más hermosa...es volar con las alas de otro, junto a él, no te canses de buscar tus alas, libre ya eres nena...y recuerda a nadie confíes tu brújula, a menos que sea alguien que verdaderamente te va a guíar!

nos veremos mujer en el mar de la locura, en el avión de todas las madrugadas...umbeso