sábado, 12 de septiembre de 2009

Caperucita De-Mente Y Lobo De-Chequelete


Y aquella noche Caperucita contaba los minutos sin dormirse para volver a platicar con el Señor Lobo otra vez...

Ella quería que él descansara en sus pestañas, sin hacer ruido alguno...
Esa noche ella no durmió... porque lo único que quería era platicar con él acerca de filosofía, amor, sueños... Pensar uno en el otro, dibujarse en las estrellas, la luna...

-¿Qué más podía pasar?

Que una noche ambos dejaran el miedo atrás y se dijeran lo mucho que se necesitaban...

Todo sucedió aquella noche:
*Rastros de besos, Tibios y coloridos... (Silvio Manzo Durán*)
Sueños que ya no eran sueños...
Poesías sin terminar; Todo acontecía en un sólo lugar ( su mundo)
Pasado impregnado en la piel siendo rasgado desquiciadamente...

Y así era todas las noches... Platicaban hasta el amanecer. Pero una noche en especial, sucedió lo inesperado: Caperucita y el Lobo se escucharon en una sola sinfonía...
Ella escuchaba el sonido del telefono, cuando escuchó: -Sí quién habla...
Todo cambió... Corazón palpitando, voz resquebrajada por la tos, risa nerviosa...

Lobo y Caperucita, hablaban, elogiándose uno al otro... Era la pequeña niña, y él ya no era lobo, era hombre...
Uno a uno sentían la respiración, los suspiros largos y profundos.
Que más se podía esperar esa noche, fue todo un discurso sobre amor y sueños...

Al despertar, ella sentía su esencia, sus brazos apretándola fuertemente y su voz diciendo:
-Aquí está el que velara tus sueños...



Desde entonces Caperucita ya no duerme sola en los sueños...

1 comentario:

Mastodonte dijo...

ay wey!

amiga ese sueño no debería ser sólo de caperucita... 'descansar en sus pestañas', sólo eso, descansar en sus pestañas y entre susurros ver lo que sueña, escuchar su respiro... estar ahí mientras planea su vida.


tqm

me llegó! tu texto me llegó!